Que los niños duerman bien es una de las más grandes preocupaciones de los padres, ya que nunca saben a ciencia cierta cuántas horas son las que debe dormir un bebé o un niño pequeño.
Es importante enseñarle al pequeño los ritmos y horarios con los que funciona la familia para que se adapte al hogar rápidamente.
Aunque trabajes todo el día no trates de reponer el tiempo con tu beb@ por la noche, ya que estarás perturbando sus patrones de sueño que a la larga son muy difíciles de reponer.
Si es de día mantén la habitación iluminada y cuando sea de noche procura mantener las luces apagadas para que él comience a identificar las diferencias del día y la noche.
Si ya está acostado en su cama, dormido y comienza a llorar, acude a calmarlo antes de que el llanto esté a pleno pulmón, al entrar a tiempo podrás tranquilizarlo antes de que esté demasiado enojado para volverse a dormir.
Si tu bebé empieza otra vez a despertarse en medio de la noche, no entres en pánico, seguramente solo se trate de algo transitorio. Los bebés y niños pequeños a menudo pasan por una breve regresión en el sueño nocturno cuando están por alcanzar metas importantes en su desarrollo, o cuando hay cambios en su rutina, por ejemplo, un viaje, una enfermedad o la llegada de un hermanito.