Desde la concepción en el embarazo, no sólo se comparte un espacio de vida en un mismo cuerpo, también lo hacen las vibraciones de tu cuerpo, tu alimentación y tu estado emocional también serán parte importante en desarrollo de tu embarazo.
Por eso, es importante que tengas en cuenta tus necesidades emocionales desde que quedas embarazada.
A partir de las 13 semanas, tu bebé percibe las vibraciones, y los gorgoteos de tu vientre, como sus primeros sonidos. Y tanto los latidos de su corazón, como los tuyos, serán sus compañeros durante el tiempo que pase en el útero.
Tú bebé escucha las conversaciones y la música del exterior, con sonido distorsionado, pero con mayor facilidad en las notas graves de la música y las consonantes de las palabras.
Durante el último trimestre, se prepara para la vida en el exterior. A partir de la semana 26, pasa la mayor parte del tiempo durmiendo y, el tiempo restante, permanece alerta a cualquier ruido externo, o a cualquier estímulo amenazante mostrando el reflejo de protección, estirando y apartando sus brazos y piernas.
En las últimas semanas sería saludable que te relajes, y practiques actividades que te hagan sentir bien, procura rodearte de personas que, igualmente, transmitan cariño y seguridad y, aprovechando que quizás el oído sea el sentido más desarrollado de tu bebé, acompáñal@ con una buena comunicación con sonidos, canciones, música y todos los mensajes que se te ocurran dedicarle.
Tener un hijo es una de las experiencias más maravillosas y vale la pena que la vivas en toda su intensidad, con todos tus sentidos abiertos, con toda tu carga emocional y desde una perspectiva positiva.