Existen distintos tipos de manchas de nacimiento, que abarcan desde las que son apenas perceptibles hasta las que causan desfiguración.
Pueden ser planas o protuberantes, tener bordes regulares o irregulares y distintos tonos: desde el marrón, tostado, negro o azul pálido a rosado, rojo o púrpura. Los dos tipos principales de manchas de nacimiento son las manchas de nacimiento vasculares rojas (por ejemplo, los hemangiomas en fresa, las manchas tipo "vino de Oporto" y "mordeduras de cigüeña) y las manchas de nacimiento pigmentadas (como los lunares, las manchas color café con leche y la mancha Mongólica).
Las manchas de nacimiento no se pueden prevenir y no se producen por algo que se haga o no se haga durante el embarazo. El origen de la mayoría de los lunares y manchas se desconoce, pero pueden ser hereditarias
Los recién nacidos a menudo tienen espinillas o enrojecimientos temporales que desaparecen a medida que el niño se adapta a la vida fuera del útero.