Cuando por fin la espera termina y el bebé llega a casa, el instinto maternal y controlador se activa y hace que quieras hacerte cargo hasta del mínimo detalle, dejando a papá a un lado o haciéndolo sentir que no lo hace bien, y ya cuando queremos ayuda hay quejas porque él ya no desea participar tanto como lo intentó en un principio. ¡Recuerda algo muy importante, el bebé es suyo también!
- Deja que él te ayude a alimentarlo, si le estás dando pecho tal vez él puede sacarle el aire, si es biberón él lo puede preparar y dárselo mientras tú te ocupas de otras actividades.
- Deja que pasen tiempo a solas, confía en tu pareja, él igual que tú ama al pequeño y quiere tener sus propios espacios de aprendizaje con él, no lo limites, ninguno nació sabiendo cómo ser padre. ¡Aprendan juntos!
- Bañarlo, es algo que papá disfrutará enormemente si tú se lo permites, además así tendrán todo mucho más organizado, en lo que ellos se bañan tú puedes preparar la ropita, la comida o hacer alguna otra actividad.
- Hagan un calendario de actividades, por ejemplo: esta noche el cambio del pañal es responsabilidad de papá y alimentar de mamá o viceversa, se darán cuenta que la rutina se hará mucho más sencilla.
- Deja que jueguen y se diviertan juntos, estos son recuerdos para los pequeños.
- Cuando los niñ@s están enfermos, no sólo mamá lo debe cuidar, papá también debe estar presente.
- A la hora de dormir pueden hacerlo juntos o bien de vez en cuando puede ir papá sólo y contarle un cuento, arroparlo, darle el beso de buenas noches.
- Dejar que tengan tiempo de calidad solo los dos.
Recuerda que a veces los papás no saben cómo demostrar sus emociones pero eso no quiere decir que no se preocupa por su familia, así que a trabajar en equipo se ha dicho.