La fiebre en los niños no es cosa menor y no deberás minimizarlo. Regularmente la fiebre es un síntoma de que el cuerpo está luchando contra alguna infección por virus o bacteria y ésta es su manera de combatirla.
Una temperatura que sobrepasa los 38 grados centígrados ya se considera fiebre y ésta es sólo un síntoma, así que hay que atacarla lo antes posible:
- Mantén monitoreada la temperatura en la axila, que es el lugar más recomendable por los médicos para hacerlo
- Quítale poco a poco la ropa a tu hijo para lograr que tenga una mejor ventilación
- Dale líquidos abundantes
- Bañalo con agua templada
- Consulta con tu médico el uso de paracetamol o ibuprufeno
- ¡OJO! No le des antibióticos
En caso de que la fiebre no ceda o veas molestias mayores en tu hijo, tienes que acudir al médico. También hazlo si presenta alguna de estas características:
- Está muy decaído o adormilado
- Tiene menos de tres meses de edad
- Se queja de dolor de cabeza o tiene vómito
- Le cuesta trabajo respirar
- Lleva 72 horas con temperatura alta
Recuerda en todo momento mantener la calma y estar en contacto con tu pediatra.