Por fin llegó la fecha para disfrazarse, tocar la puerta de muchas casas y comer dulces. Ya sea que tengas niños y los lleves a pedir calaverita o que seas espectador de lo que pasa en las calles, es nuestra labor como adultos hacer de esta celebración un día seguro, lleno de sustos por los disfraces y no por accidentes.
Acompaña a tus hijos mientras salen a pedir dulces, además de ser un momento de convivencia excepcional ayudará a evitar un accidente, que se pierdan o tengan una experiencia peligrosa con un extraño. Recuerda que por más grandes que tú los veas, no dejan de percibir las cosas como niños.
Disfraces
Puedes comprar o diseñar una gran cantidad de disfraces, desde los más tiernos hasta los más elaborados y terroríficos, no importa qué disfraz elijas, toma en cuenta lo siguiente:
- Vuélvelo visible: Decóralo con elementos reflejantes, como llaveros, cintas, chalecos e incluso varitas para ayudar a que otras personas y conductores lo vean por la noche.
- Permite que vean bien: Si van a usar máscaras, asegúrate que puedan ver adecuadamente, esto les ayudará en el momento de cruzar las calles y de caminar, sabemos que hay muchos obstáculos en las calles y no queremos que los pequeños se lastimen.
- Elige la talla correcta: Procura elegir un disfraz de la talla adecuada y que no arrastre, esto prevendrá que en el momento de correr o jugar tropiecen
Dulce o truco
- Prepárate: si acostumbras regalar dulces asegúrate que se encuentren en buen estado y no hayan caducado. A veces guardamos los dulces por largos periodos de tiempo y en el momento en el que los queremos usar ya no sirven. Evita comprar caramelos muy pequeños, recuerda que los niños chiquitos pueden atragantarse con facilidad.
- Prende la luz: Enciende la luz de afuera de tu casa con el fin de que tu calle se encuentre más iluminada, esto permitirá que todos caminen seguros.
Si vas a conducir, recuerda mantenerte muy alerta ya que encontrarás muchos más niños de los que normalmente ves en las calles. Cédeles el paso a los pequeños y maneja a baja velocidad. Ten cuidado en los estacionamientos y calles de fraccionamientos cerradas, no importa que no sea una vía abierta, los niños pueden estar caminando y cruzar una calle.
Recuerda que es nuestra responsabilidad mantener a nuestros pequeños (y no tan pequeños) seguros.
Construyamos juntos una infancia más segura.
Psic. Alma Cruz-Bañares
Especialista en seguridad infantil