No importa si es en autobús, en auto o en avión, estos consejos podrán hacer tu viaje, el de tu peque y el de los pasajeros más agradable.
- Adulto prevenido, bebé divertido.
Lleva un kit de entretenimiento con cosas novedosas para tu pequeño. Empaca crayones, libros para dibujar o juguetes pequeños que nunca use y le resulten novedosos. Incluso puedes armar tus propias bolsas de actividades.
- Barriga llena, corazón contento.
No hay peor sensación que el hambre cuando sabes que te quedan por delante varias horas de camino, sobre todo para un pequeño. Lleva snacks ligeros y bebidas. Cuida que coma y beba con moderación por si se marea y para que no tengas que ir demasiadas veces al baño a cambiarlo. Si aún estás amamantando, darle pecho a tu bebé es una gran manera de calmarlo. Si vas en auto, haz paradas para no sacarlo de su sillita y ponerlo en riesgo.
- Prepárate para emergencias.
Lleva en tu pañalera lo indispensable por si tu pequeño tiene náuseas o algún accidente de pañal: toallitas, bolsas de plástico y al menos un cambio de ropa.
- Termostatos desiguales.
Toma en cuenta que el aire acondicionado puede enfriar a los más pequeños. Si quieres consentirlos les encantará que les lleves una cobijita, o al menos sus suéteres.
- Déjalo dormir.
Un bebé muy inquieto no necesariamente necesita jugar o entretenerse. Muchos bebés sobre estimulados se mueven o lloran; intenta tranquilizarlo cantándole una canción y alejando sus ojos de la luz. Si vas en auto o autobús, NUNCA lo saques de su sillita ni le quites el cinturón.