A partir de que el bebé comienza a dar sus primeros pasos, inicia una nueva etapa tanto para él, como para los padres. Esta etapa puede ser agotadora, pero también muy divertida ya que el bebé está adquiriendo su propia personalidad.
Durante el primer año de vida, el desarrollo psicomotor es la base para el progreso en otros ámbitos de desarrollo, como lo son el cognitivo, el social y de lenguaje. El bebé aprende a través de la exploración sensorial de su entorno para lo cual es indispensable el movimiento, entre ellos y el más importante es la coordinación de sus extremidades y el equilibrio de su propio cuerpo, que vienen directamente del desarrollo del sistema nervioso central, que es el responsable de la formación del individuo como persona única.
Desde que el bebé nace, recibe continuamente diversos estímulos, mismos que van constituyendo las conexiones dentro de su sistema nervioso, donde la función principal es la percepción y la coordinación del equilibrio y el movimiento del cuerpo. Por esta razón, la importancia de una estimulación temprana.
Consejos para estimular la motricidad gruesa de 1 a 2 años:
- Poner al bebé o niño pequeño en diferentes superficies, ya sea para gatear o caminar, por ejemplo: piso de diferentes texturas, alfombra, pasto, arena y tapete de juego de espuma, entre otros.
- Fomentar desplazamientos hacia adelante, hacia atrás, de un lado y del otro, así como saltar en un pie, alternado y en ambos.
- Balanceo a los lados, puede ser a través del baile o aros que giran alrededor del cuerpo.
- Mantener diferentes posiciones por algunos momentos: de puntitas, en cunclillas, agacharse, pararse, hincarse, estirar los brazos hacia arriba, a los lados, etc.
- Poner obstáculos para que los salte, o los esquive.
- Marcar en el piso o el jardín, una línea con curvas, ya sea con un gis o una cuerda para que camine sobre ella.
- Lanzar objetos como pelotas para que caigan en una canasta o un bote, para afinar la puntería.
- Jugar a cachar la pelota.
- Por ratos, sustituir la carriola y usar vehículos aptos para su edad, por ejemplo, montables, uno de ellos con grandes beneficios, es la bicicleta balance (sin pedales), a continuación, describiremos los múltiples beneficios para su desarrollo motriz.
Este tipo de bicicletas están diseñadas especialmente para niños muy pequeños, puede ser desde los 2 años o, incluso antes, dependiendo del carácter y las habilidades del niño, donde el objetivo principal es aprender a dirigir y a mantener el equilibrio, lo cual facilitará la transición a la bicicleta tradicional.
Beneficios de las bicicletas balance (sin pedales):
- Ayuda a fortalecer la autoestima y la confianza en sí mismo.
- Mejora a la coordinación mediante el movimiento sincronizado de las piernas.
- Ayuda a un mejor equilibrio, desarrollándolo naturalmente mediante el balanceo.
- Mayor independencia y autonomía, al descubrir que puede desplazarse de una manera diferente que caminando o corriendo.
- Se aprende una habilidad a la vez, es decir, se concentran únicamente en encontrar el equilibrio a través de sus pies, en lugar de mantenerlos en los pedales y al mismo tiempo el manubrio, lo cuál puede ser frustrante para muchos niños.
- Obtiene un mayor control de su cuerpo a través del balanceo, debido a que sus pies están en el suelo, esto les da una mayor estabilidad, seguridad y tranquilidad.
- Obtiene una mayor conciencia del espacio que lo rodea.
- Las bicicletas balance, son bajas y cercanas al suelo, por lo que el miedo a caerse, disminuye considerablemente a diferencia de una bicicleta de pedales que son más altas.
- Fortalece los músculos de todo el cuerpo, principalmente brazos y piernas.
- Facilita la transición a la bicicleta de pedales.
- Son sumamente divertidas.
Estimular el desarrollo de sus habilidades a temprana edad, le facilita su desarrollo en todos los ámbitos: motricidad (gruesa y fina), cognitivo, de lenguaje, sensorial y social entre otros, lo cual marcará su personalidad y las bases para su vida futura. Hazlo de manera divertida y con mucha paciencia y amor.
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