El desarrollo y la coordinación visomotriz en los niños, también conocida como óculo-motriz, es la habilidad de poder combinar la visión con los movimientos del cuerpo, y va muy relacionado con el aprendizaje en la educación primaria ya que representa la base en la escritura de números, letras, trazado y, en la construcción de oraciones a través de las palabras correctas.
Como su nombre lo dice, el desarrollo visomotriz es la coordinación entre mano–ojo, pie y pierna-ojo, brazos-ojo, dedos-ojo, cabeza-ojo y tronco-ojo. Es la coordinación espontánea, natural y simultánea entre el sentido de la vista y las diferentes partes del cuerpo desde los primeros meses de nacimiento y durante la infancia.
Aproximadamente desde los 2 meses de edad, el descubrimiento de sus manos se hace notorio, los bebés pasan mucho tiempo observando sus manos, girándolas y agarrando objetos como algún trapito o sonaja y hasta con gran fuerza, los dedos de mamá. Es la habilidad y destreza de tomar un objeto previamente observado. Una manera de estimularlo a partir de esta edad y hasta los 8-10 meses, es ponerle objetos seguros a su alcance, tales como alguna mordedera, algún alimento o juguete, que siempre llevará a su boca. De esta manera, se involucran los sentidos de la vista, el tacto y el gusto.
Una vez que comience a dar sus primeros pasos, esta habilidad se complementa con el uso del resto del cuerpo, tales como los pies, los brazos y el tronco, y es aquí donde los “correpasillos” adquieren un papel relevante en su desarrollo.
Actividades para ejercitar y mejorar la coordinación visomotriz fina, utilizando principalmente las manos:
- Colorear figuras sin salirse de la raya y dibujar líneas rectas.
- Jugar y modelar con plastilina.
- Recortar con tijeras y pegar figuras geométricas.
- Hacer dibujos con colores, crayolas y pinceles.
- Abrochar y desabrochar botones.
Actividades para ejercitar y mejorar la coordinación visomotriz gruesa, involucrando todo el cuerpo:
- Brincar en ambos pies, uno y luego el otro, saltar la cuerda.
- Escalar, correr, jugar quedamos, empujar, jalar, girar, dar marometas.
- El uso de “correpasillos” implica una coordinación simultánea en todo el cuerpo, incluye pies, tronco, manos, dedos, brazos y ojos.
Los “correpasillos” y sus beneficios:
Más allá de ir y venir de manera divertida, los “correpasillos” ofrecen múltiples beneficios además de favorecer su desarrollo psicomotor y visomotriz:
- Pueden utilizarse desde muy temprana edad, alrededor del primer año.
- Sirven como punto de apoyo en sus primeros pasos.
- Se ejercitan y fortalecen músculos de piernas, muslos, zona abdominal y lumbar, brazos y cadera.
- Les aporta independencia y seguridad en sí mismos, mejora su autoestima.
- Favorece el equilibrio y su desarrollo psicomotor.
- Exploran el mundo que los rodea por su propia cuenta.
- Aprender sus propios límites, es decir, hasta dónde pueden llegar.
- Se entretienen, se divierten y se ríen.
La coordinación visomotriz implica el ejercicio de movimientos controlados que exigen de mucha precisión, es el funcionamiento adecuado de los órganos visuales y una actividad reguladora del sistema nervioso central, para que se produzca una respuesta adecuada. Fundamental para el aprendizaje y va ligado al desarrollo de una escritura satisfactoria durante la etapa escolar primaria.
Estimula a tu bebé desde temprana edad con actividades físicas de acuerdo a su edad, el movimiento constante de su cuerpo y sus extremidades, le darán en un futuro habilidades para un buen desarrollo cognitivo, emocional y social, experimentando el tiempo y el espacio y, comprendiendo su entorno. Restringe el uso de pantallas y dispositivos, estableciendo límites con ¡mucho amor!
Prinsel te recomienda un mundo por recorrer desde el 1er año de edad, para estimular la coordinación visomotriz de tu bebé con los divertidos “correpasillos” Unicornio y Dinosaurio, en donde asociará lo que ve y escucha, con los movimientos que debe realizar en ese momento de sus brazos y piernas, siendo el mayor beneficio de los Roller Dinosaurio y Roller Unicronio.