Alrededor de los 3 años de edad, sus habilidades físicas, de lenguaje y cognitivas se han desarrollado lo suficiente, y a partir de esta edad, si bien continúan perfeccionando el juego físico y las capacidades de su cuerpo, el juego cambia más hacia la imaginación, empieza el juego simbólico, el cual se trata de una actividad en la que el niño o niña pasa continuamente de lo real, a lo imaginario.
Esta etapa simplemente ¡es mágica! La creatividad e imaginación ilimitada, les ayuda a comprender el mundo en el que viven y, sin darse cuenta comienzan los juegos de roles, que mejoran sus relaciones sociales, amplían su vocabulario y aprenden conceptos de cooperación y el trabajo en equipo. Consiste en la “imitación” de lo que han vivido a esta corta edad y, ponerse en el papel de otra persona, principalmente mamá o papá, adultos con los que convive, o de su personaje favorito que pueden ser, princesas o super héroes.
Ejemplos de juegos de rol:
De acuerdo a sus cortas experiencias a esta edad, algunos ejemplos de juegos de roles podrían ser los siguientes:
- Ir de compras al supermercado.
- Jugar a la maestra o a “la miss”.
- Jugar al doctor (pediatra) con sus muñecas o peluches.
- Imitar a mamá y/o papá, haciendo labores en el hogar, tales como cocinar, servir la comida, platicar con las amigas o amigos (pueden ser sus muñecas o imaginarias), usar la lavadora o ver y hacer comentarios del fútbol.
- Usar algún teléfono y platicar a través de él.
- Imitar a algún adulto en la computadora.
- Ser policía, futbolista o cantante, ser papá o mamá, ser un barrendero, jardinero y chef entre otros muchos. Su imaginación es el límite.
Beneficios de los juegos de roles:
Autoestima: el desarrollo de sus habilidades físicas, psicológicas y comunicativas, les hace sentir bien y fortalecen de manera positiva cómo se ven ellos mismos.
Comprensión y empatía: Ponerse en el lugar de otra persona, le permite comprender e interpretar las acciones de otras personas.
Estimula su creatividad e imaginación: El desarrollo de la imaginación se estimula de una manera sorprendente al ponerse en el lugar de otra persona o personaje como un dragón o una princesa apoyándose del uso de disfraces.
Mejora en sus habilidades y resolución de problemas: Al ponerse en el papel de otra persona o personaje, aprenden, exploran y entienden el mundo que los rodea, asimismo como sus dificultades, tratando de resolverlas, al igual que extienden su vocabulario al conocer nuevas frases y palabras.
Recomendaciones:
- Respeta sus decisiones. Permite que él o ella, elija el papel que quiera adoptar, de esta manera adquirirá seguridad en sí mismo(a), además de sentirse independiente y respetado(a). Ejemplo, si van a jugar a la comidita, quizá ella o él, quiera ser el mesero(a), el cocinero(a) o “el cliente”.
- Enséñale nuevos intereses. Lo más sencillo en el juego de roles es jugar a lo que ella o él observa, sin embargo, podrías aprovechar la oportunidad para mostrarle otras habilidades, profesiones o intereses tales como, el ser constructor y construir una casa o edificio con bloques, jugar al veterinario, en caso que tengan mascota, al carpintero, al músico, al jugador de futbol, ¡en fin! Todo depende de su edad y de sus intereses.
- Siempre bajo tu supervisión, permite que juegue con amigos y pon a su disposición lo que requiere para este juego, ya sean disfraces, juegos de té, muñecas, una mini cocina, un teléfono de juguete, lentes, etc., Pregúntale ¡qué quiere ser el día de hoy!
Además de todo lo que se ha comentado, los juegos de roles, lejos de ser divertidos y un simple pasatiempo, donde “imitar” es la base principal; es una enseñanza muy importante para el desarrollo de los niños pequeños, ya que los prepara para la vida futura como adultos con valores como el respeto, la convivencia y el trabajo en equipo. ¡Juega con tu hijo y asume el papel que te toca, con mucho amor!
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